Camembert, el queso de María Antonieta
El camembert, primo cercano del brie, es un queso de Normandía, Francia, elaborado con leche de vaca cruda, de pasta blanda, con corteza florida comestible, textura cremosa, aroma intenso y sabor complejo.
Tiene un sabor con notas de mantequilla, nuez, tierra y hongos silvestres.
Combina muy bien con vino tinto ligero y afrutado (Pinot Noir) o blanco seco (Chardonnay), pan baguette crujiente, miel, mermelada o frutas frescas.
Disfrútalo a temperatura ambiente, cortado en triángulos, para apreciar su cremosidad. (Corta el queso justo antes de servirlo para evitar la oxidación).
También puedes hornearlo, con miel o frutos secos, para un toque caramelizado.
Puedes guardarlo en el frigorífico, pero envuelto herméticamente para conservar su aroma.
Por cierto, se dice que María Antonieta, reina de Francia, adoraba el camembert.
El camembert, primo cercano del brie, es un queso de Normandía, Francia, elaborado con leche de vaca cruda, de pasta blanda, con corteza florida comestible, textura cremosa, aroma intenso y sabor complejo.
Tiene un sabor con notas de mantequilla, nuez, tierra y hongos silvestres.
Combina muy bien con vino tinto ligero y afrutado (Pinot Noir) o blanco seco (Chardonnay), pan baguette crujiente, miel, mermelada o frutas frescas.
Disfrútalo a temperatura ambiente, cortado en triángulos, para apreciar su cremosidad. (Corta el queso justo antes de servirlo para evitar la oxidación).
También puedes hornearlo, con miel o frutos secos, para un toque caramelizado.
Puedes guardarlo en el frigorífico, pero envuelto herméticamente para conservar su aroma.
Por cierto, se dice que María Antonieta, reina de Francia, adoraba el camembert.
El camembert, primo cercano del brie, es un queso de Normandía, Francia, elaborado con leche de vaca cruda, de pasta blanda, con corteza florida comestible, textura cremosa, aroma intenso y sabor complejo.
Tiene un sabor con notas de mantequilla, nuez, tierra y hongos silvestres.
Combina muy bien con vino tinto ligero y afrutado (Pinot Noir) o blanco seco (Chardonnay), pan baguette crujiente, miel, mermelada o frutas frescas.
Disfrútalo a temperatura ambiente, cortado en triángulos, para apreciar su cremosidad. (Corta el queso justo antes de servirlo para evitar la oxidación).
También puedes hornearlo, con miel o frutos secos, para un toque caramelizado.
Puedes guardarlo en el frigorífico, pero envuelto herméticamente para conservar su aroma.
Por cierto, se dice que María Antonieta, reina de Francia, adoraba el camembert.